sábado, 30 de marzo de 2013

Escuela de Jueces


Imagínense que pasan semanas trasnochando estudiando para un examen, y que al hacerlo, alguien que jamás ha estudiado esa materia os lo corrige en función de sus conocimientos en el campo (nulos). Por ello, sacáis mala nota o incluso suspendéis. Frustrante, ¿verdad?

Pues algo así es lo que pasa a veces en el mundo del Debate Universitario de Competición. A todos nos ha pasado, llegar a un torneo con toda nuestra ilusión y muchas noches de trabajo a las espaldas, y encontrarnos con jueces que ni siquiera saben en qué consiste “eso del debate”.
Llevamos años demostrando los innumerables beneficios del Debate de Competición, y somos una comunidad en constante expansión. Cada año se forman nuevas Sociedades de Debate y se organizan nuevos torneos. Hay que continuar fomentando este crecimiento, y eso debe hacerse a todos los niveles.
Al participar en un torneo se deben sacar dos beneficios para que la ilusión por debatir siga viva: aprendizaje y diversión.
El aprendizaje empieza desde que se nos da la pregunta del torneo unas semanas antes, y llega a su máxima expresión cuando nos ponemos delante de los jueces.
La diversión ha de entenderse como esa maravillosa sensación tras un debate, en el que hemos dado lo mejor de nosotros mismos y queremos hacerlo de nuevo, mejorando los fallos siempre.
El problema es que muchas veces esto último no se cumple, porque vemos que nuestro trabajo no se valora porque la organización de un torneo no ha sabido seleccionar jueces que sepan de qué trata este mundo del Debate. Quema mucho, muchísimo. Desde mi punto de vista, es una de las ofensas más grandes a las que se puede ver expuesto un orador. Que tras todo el trabajo que supone preparar un torneo, acabemos con un muy mal sabor de boca porque no entendemos los resultados y los feedbacks no han sido productivos, precisamente porque los responsables de ello (los jueces) no saben en realidad a penas nada del Debate Universitario de Competición.

Lanzo un guante a todos los organizadores, y es que cuidemos todos los detalles de un torneo, y más aún algo tan importante como son los jueces. Siendo lo idóneo antiguos oradores, si no pudiese ser así, al menos explicarle con detenimiento a aquellos que van a tener ese rol en qué consiste un Debate. 

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