miércoles, 20 de marzo de 2013

"El enemigo"



Confesé al inicio de este blog que para escribir necesito inspiración. Durante este tiempo no la he encontrado. En su lugar, ha venido a mí una pena inmensa.
Sí,pena.


La situación actual hace que cualquiera se estremezca. España, el país de Séneca, Cervantes, la Alhambra, la siesta… siempre hemos sabido darle color a un atlas. Y ahora, todo parece estar sumido en un gris opaco.

Todos andamos escandalizados con los “ajustes de cinturón” que un gobierno tras otro nos propone, maquillados para simular ser la panacea definitiva.

El sentimiento de desamparo es algo generalizado a estas alturas. Las utópicas promesas de la clase política han traído una desconfianza sin precedentes, que ha llevado a España a “divorciarse” de La Moncloa.

Y cuando parece que se ha llegado al límite, salen fuerzas de donde no las hay para empeorar las cosas y tensar aún más el clima.


No es la inspiración la que me ha empujado a escribir, sino la pena.

Encender el televisor, con miedo (como de costumbre) a qué aparecerá en los telediarios, y encontrar imágenes que dan ganas de llorar. 

Miles de estudiantes alzándose juntos para defender sus derechos, derechos que se han visto en peligro tras los justificadísimos recortes (nótese la ironía) que el Gobierno ha dictaminado. Escuchar a policías, envalentonados tras su refugio uniformado, abalanzándose contra “el enemigo”, con una brutalidad policial que jamás creí que vería en nuestro país en el siglo XXI.


Permítanme que deje algunas ideas claras. 

Los estudiantes no somos “el enemigo”, somos el futuro de este país (o de otros, si la situación laboral sigue prescindiendo de nosotros). Un recorte en educación no es un “ajuste de cinturón”, es un tijeretazo a la estabilidad de las próximas generaciones. La educación no es un gasto, jamás. Es, perdón, SOMOS la mejor inversión que podemos considerar.

Señores políticos, dejen ya de vernos como ese sector social que cuesta dinero y no aporta ingresos al Estado. Dense cuenta de una vez de la fuerza, ganas y voluntad que tenemos. 

No nos nieguen la oportunidad de explotar nuestro potencial, y los medios que necesitamos. Somos la herramienta y el espíritu necesarios para construir unf uturo mejor.


Si hace cinco años viésemos en el telediario las imágenes que hoy se retransmiten, no podríamos imaginarnos que eso sería España. ¿Acaso la clase política no siente pena al ver hasta donde hemos retrocedido?

Miren a su alrededor, escuchen al pueblo que (se supone) representan. La voz de "el enemigo” no pide otra cosa que no sea formar parte de España por derecho, y poder contribuir a una mejora permanente. Arreglemos esto, todos juntos, pero a costa de nadie.



#primaveravalenciana
#yotambiénsoyelenemigo

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