miércoles, 20 de marzo de 2013

Gastronomía para la vida.



En los tiempos que corren, tener tiempo libre es muy poco frecuente. Llevamos un ritmo de vida agotador, con déficit de sueño y superávit de cafeína.
Sólo tenemos dos opciones para seguir adelante: actuar por inercia o por pasión.
Sin lugar a dudas, yo me decanto por la segunda opción, y os ofrezco mi receta para conseguir sacar la mayor satisfacción del trabajo que realicéis. Sólo hacen falta dos ingredientes que le darán sabor a cualquier momento.
MOTIVACIÓN Y ESTRÉS.
Todos estaremos de acuerdo con que la motivación es algo fundamental en cualquier ámbito de la vida. Necesitamos ilusión para poder ser productivos. Fijad una meta a largo plazo, y visualizaos a vosotros mismos consiguiéndola. ¿Tenéis esa imagen? ¿Sentís la emoción? Bien, mantenedla en vuestro corazón y recordadla a cada instante, en cada paso. Cuanto más disfrutéis el camino, mejor sabrá la meta.
Seguramente, cuando habéis leído “estrés” le habéis otorgado una connotación negativa a ese término. Despojaos de ese prejuicio. El estrés es el estímulo que nos impulsa para unirnos al cambio. Es el empujoncito que necesitamos para poner en marcha nuestras ideas, la propulsión que nos llevará lejos. Dominad el estrés, que no os domine él… Y mimadlo, porque es la energía que necesitamos para caminar hasta nuestra meta.

Honrad tributo a ese matrimonio: Señora Motivación y Señor Estrés. Aliñadlos y cocinadlos. Si aprendéis de ellos, algún día, al mirar atrás, veréis que son “mamá y papá” del éxito de vuestros proyectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario